martes, 3 de agosto de 2010

Malos tiempos para el periodismo

Desde hace días quería tocar el tema, sinceramente estaba conteniendo tantas cosas que pienso y siento, puedo declarar que aun lo voy a contener, ustedes entenderán que la situación no se presta para ser más valiente que el más valiente, así que me quedaré con sentimientos y pensamientos, pero les ofrezco un poco de lo que tengo que gritar.

Ser periodista… una actividad difícil, pocas veces comprendida y aplaudida, en demasía criticada, simplemente porque se es público y ya. Hace tiempo el oficio se perdió en la frivolidad, hoy en día queda amenazado entre silencios y derrotas. Muchos de los que se ocultaban en las mieles del éxito, han salido (o así se piensa) a dar la cara y hacer “frente” a el acoso que sufre el manejo de información. Otros como yo, vamos iniciando, y recordamos por un momento todas esas clases de aquellos que saben, en donde nos suplicaban hacer bien nuestro trabajo, darle vida al nuevo y buen periodismo, nos prepararon tanto, que algunos nos enamoramos ciegamente de la profesión. Pero las materias ya no están, se quedaron entre libros y recuerdos, ahora nos toca trabajar en tiempos de guerra, esos tiempos que veíamos injustos en aquellos relatos de antaño. Traemos en la sangre las ganas de informar, de que la gente se entere y que pueda decir lo que les sucede; en los medios de comunicación una de las prioridades es servir a la comunidad, pero en estos tiempos ya no se sabe si lo que hacemos daña o beneficia a la sociedad.

Nos quedamos gritando en el silencio, lo peor, no es como se piensa, realmente las empresas no tienen mucho que ver en la libertad de expresión; más bien son las circunstancias que ya todos conocen, el destape de la violencia que surge en México, yo lo llamo sin miedo el ‘Camino Colombia’, no se necesita ser mago para ver el futuro que nos depara.

En mi personal experiencia puedo contarles que siempre estuve en desacuerdo con presentar la nota roja, nunca me gustó, sentía que era darle a la tragedia sentido publicitario; sin embargo, ahora no es lo mismo, yo apoyo que la gente tenga que estar informada y lamentablemente el tema que nos invade es violento, sangriento, macabro, etcétera y me pregunto ¿por qué seguir dejando que México sea un país sin memoria? Eso ya no se puede, no se debe más bien, los mexicanos tienen que aprender a vivir con su realidad para poder salir de la mala jugada, las cosas suceden, no son cortinas de humo (como muchas), es la cruel realidad.

Cada vez que se les oculta información necesaria a los ciudadanos, se muere el periodismo. Aprender de los errores del pasado sería la clave para romper con las cadenas que se han hecho visitantes frecuentes.

No se puede dejar en el olvido la muerte, secuestros o sustos a periodistas; se tiene que elevar la calidad periodística del país, luchar hombro con hombro para crear una barrera de seguridad. El miedo existe, las pesadillas son frecuentes y el estado nervioso tiende a elevarse; eso de pensar en tal vez ya no tener regreso, esquivar una bala perdida o rogarle a Dios no tener que encontrarte con una aparición desagradable, es frustrante.

No es justo vivir atado, al fin es un trabajo como cualquiera, si las autoridades o el crimen organizado consideran que están haciendo su trabajo, los periodistas también tienen la obligación de cumplir con el suyo, es cuestión de ponerse en los zapatos del otro por más fea que sea la experiencia.

Siempre se van a ocultar cosas, pero si se da la fortuna de enterarnos de algo que necesite saber la población, tenemos el derecho y la obligación de informarles. Vienen tiempos difíciles, más que los de hoy, tal vez un día se pueda aplicar sin miedo y con libertad, todo lo bueno que aquellos maestros nos plantearon.

4 comentarios:

  1. Una reflexión muy neesaria amiga. ¡Gracias!

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  2. Ser Periodista es un Servidor Público, vive para informar, no para ser luminaria, vive con la adrenalina diaria de buscar la nota PRIMA, no vive del plagio y siempre imprime su SELLO PERSONAL, enhorabuena espero continúes de esa manera .
    El periodista honrado forja un Blasón que le de prestigio.

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  3. Tadeo, gracias por leerme y creo que muchos tienen que dejar de ser luminarias y ponerse a trabajar. Espero estar en el camino correcto.

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